Estadio Olímpico Universitario: Un estadio lleno de historia, cultura y pasión
Al sur de la Ciudad de México, en una gran hondonada que se encuentra en el Pedregal de San Ángel, y a la entrada de Ciudad Universitaria, se encuentra edificio tan imponente, que el arquitecto estadounidense, Frank Loyd Wright, denominó como el edificio más importante de la América Moderna. Un edificio que, para algunos asemeja un sombrero charro, para otros el cráter de un volcán; pero de lo que todos están seguros, es que ha sido testigo de algunos de los eventos deportivos más importantes de México y el Mundo.
Por supuesto, me refiero al Estadio Olímpico Universitario. Un recinto que, desde 1952 ha sido de innumerables eventos deportivos, del futbol mexicano, de los partidos clásicos de futbol americano e, incluso, de eventos Olímpicos y Panamericanos. Un bello estadio que cautiva por su diseño orgánico y moderno, pero que atrapa a todo por los eventos deportivos que ahí se desarrollan. Hoy en día, miles de fanáticos acuden al Estadio Olímpico Universitario para apoyar a los Pumas de la UNAM en los partidos de futbol. Pero, aunque pareciera que el futbol es lo único que importa en este lugar, nunca se podrá negar que es un recinto que encierra más de sesenta años de historia y cultura. Y, como queremos que conozcas un poco más este estadio, queremos compartirte un poco de su historia.
Construcción e Inauguración del Estadio Olímpico Universitario
La construcción del Estadio Universitario dio inicio el 7 de agosto de 1950, cuando se colocó la primera piedra. El diseño y la construcción del mismo, corrió a cargo de Augusto Pérez Palacios, Raúl Salinas Moro y Jorge Bravo Jiménez, quienes contaron con la asesoría de entrenador de futbol americano, Roberto Tapatío Mendez y el Jorge Molina Celis, decano de atletismo de la universidad. El proyecto fue concebido con una visión deportiva futurista, por lo que se construyó con los más modernos adelantos tecnológicos de la época; y su diseño se basó en el de los estadios más importantes de la época, como el de Berlín, el de Florencia y el de Roma, así como el de otros estadios universitarios, como el Cornell Big Red y el Gavin Hadden.
En la construcción, que costó 8 millones de pesos, trabajaron poco más de 10 mil obreros, quienes llegaron a trabajar las 24 horas, para terminar el estadio en apenas ocho meses. Sin embargo, a pesar de la rápida construcción del Estadio Universitario, este no fue inaugurado hasta el 20 de noviembre de 1952. Ese día, la ceremonia inaugural fue presidida por el entonces presidente, Miguel Alemán, y el rector de la universidad, Luis Garrido; quienes, además, dieron el banderazo de inicio de los II Juegos Juveniles Nacionales, que se realizaron en el mismo Estadio.
Los Juegos Olímpicos y otros eventos
Dos años después de ser inaugurado, el Estadio Universitario, como se le conocía en la época, fue la sede de su primer torneo internacional, los VII Juegos Centroamericanos y del Caribe. Evento que se planeaba realizar en Panamá, pero terminaron realizándose en México, convirtiendo a nuestra ciudad como la primera en organizar los Juegos en dos ocasiones. Cabe mencionar que, durante este torneo, la Delegación Mexicana se llevó el primer lugar del medallero, consiguiendo 125 medallas.
El siguiente año, el Estadio Universitario fue sede de los II Juegos Panamericanos; evento en el que México resultó tercer lugar del medallero con 50 medallas. Y, en 1956 también fue la sede del Campeonato Panamericano de Futbol, primer torneo internacional organizado en México. El trofeo de oro de esta copa se la llevó la Selección de Brasil, mientras que la Mexicana quedo en quinto lugar torneo.
En la reunión del Comité Olímpico Internacional (COI) de 1963, celebrado en Badén, Alemania, la Ciudad de México fue elegida como sede de los Juegos Olímpicos de 1968. Por lo mismo, el estadio fue remodelado para poder ser sede de diferentes eventos olímpicos y para tener el honor de ser la sede del pebetero olímpico. Además, se nombró al estadio como Estadio Olímpico Universitario. Cabe mencionar que, la imagen de los Juegos Olímpicos de México 68 corrió a cargo de Eduardo Terrazas, Beatrice Trueblood, Pedro Ramirez Vázquez y Lance Wyman, quienes se inspiraron en al arte huichol. Además, durante este evento se realizó la Olimpiada Cultural, a la que le debemos la Ruta de la Amistad, la serie de esculturas que se encuentran a lo largo de Periférico Sur.
Por si fuera poco, las Olimpiadas de México 68 también estuvieron llenas de controversias. Empezando por la Matanza de Tlatelolco, que ocurrió días antes de la inauguración. Continuando con la participación de Enriqueta Basilio, primera mujer en encender el Fuego Olímpico. La última participación de las dos Alemanias en unos Juegos Olímpicos. Y la altura misma de la Ciudad de México, que ocasionó mucha controversia después de ser elegida la sede del evento. Por cierto, en estas olimpiadas la delegación Mexicana solo se llevó 9 medallas.
En el mundial de México 1986, cuando México tuvo el honor de ser el primer país en ser anfitrión de dos Copas del Mundo, el Estadio Olímpico Universitario fue elegido como uno de los estadios donde se realizaría el torneo. Cabe mencionar que este fue el Mundial en el que Maradona metió los dos goles más importantes de su carrera, La Mano de Dios y el Gol del Siglo; ambos en un partido de cuartos de final en el que la Selección de Argentina competía contra Inglaterra. Y, mientras que la Copa del Mundo se la llevó Argentina, la Selección Mexicana quedó en el sexto lugar del torneo.
La Universidad, La Familia Mexicana, La Paz y la Juventud Deportista
Probablemente, uno de los detalles que más llaman la atención del Estadio Olímpico Universitario, más allá de su peculiar arquitectura y los eventos deportivos que en él se desarrollan, es el mural que realizó Diego Rivera en el Costado Oriental del Estadio. El mural “La Universidad, La Familia Mexicana, La Paz y la Juventud Deportista” fue creado en alto relieve con piedras de colores naturales, Rivera al colocó al centro a una Madre y un Padre, representando a la familia Mexicana, entregándole la Paloma de La Paz a su Hijo, la Juventud Deportista. Mientras que, a los costados de la Familia, se encuentran dos atletas, un hombre y una mujer, encendiendo el Fuego Olímpico.
Y para enmarcar el mural, Diego Rivera colocó a Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, quien completa la composición del mural. Cabe mencionar que el artista tenía pensado cubrir todas las paredes del estadio con imágenes prehispánicas similares, pero su muerte impidió que esto se realizará. El Estadio Olímpico Universitario es, sin duda, uno de los recintos deportivos más importantes del país, si no es que del mundo. Es un estadio lleno de historia y cultura, de hecho, es el único Estadio considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (desde 2007). Y no importa si vas a un partido de futbol, una carrera o a ver los Altares de Día de Muertos, una visita al Estadio Olímpico Universitario es una experiencia maravillosa. Definitivamente, un estadio que pone en alto el nombre de México.