Historia del Café – El grano que conquistó el mundo…
No cabe duda de que, en México contamos con algunos de los mejores granos de café en el mundo. Y es que, en nuestro país, contamos con suelos increíblemente ricos y climas ideales para cultivar auténticos granos de altura. Pero, aunque el Café se ha convertido prácticamente en una planta nacional, no es originaria de tierras aztecas.
¿Alguna vez te has preguntado cuál es el origen de esta bebida y cómo llegó a México? Acompáñanos a recorrer su historia.
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- Capítulo 1: El Cafeto, el origen de la leyenda
- Capítulo 2: Las dos Leyendas cafeteras
- Capítulo 3: El café y el mundo árabe
- Capítulo 4: La llegada del Café a Europa
- Capítulo 5: El Experimento del café
- Capítulo 6: La llegada del Cafeto a México
- Capítulo 7: La Llegada a México
- Capítulo 8: Las cafeterías que todo chilango debe conocer
Capítulo 1: El Cafeto, el origen de la leyenda
El cafeto (Coffea), mejor también conocido como árbol del café, es una planta de origen africano y asiático. No se sabe a ciencia cierta en qué región exacta se dio el primer cafeto, y podríamos entrar en controversia al hablar de los diferentes tipos de cafetos; pero, se cree que esta planta se dio, por primera vez, en la actual Etiopía, o en Yemen.
El cafeto es una planta que necesita desarrollarse en climas cálidos y tropicales, con mucha humedad, y en momentos extremos. Por lo mismo, es ideal que se cultive entre 1300 y 2000 metros de altura, sobre el nivel del mar. Este tipo de condiciones, se dan de manera ideal en la región conocida como el Cinturón del Café, misma que se encuentra justo entre el trópico de Cáncer y el trópico de Capricornio; misma que va del centro de México hacia el sur, recorriendo todo el continente, casi hasta Argentina (y del otro lado del charco, sólo pasa por África, India y los archipiélagos que llegan a Australia).
Capítulo 2: Las dos Leyendas cafeteras
La primera referencia escrita que se conoce sobre el origen del café, fue escrita por fue escrita por Abd Al-Qadir al-Jaziri, quien cuenta que el café fue llevado desde Etiopía a Yemen a mediados del siglo XV, pues los sufíes (espiritualidad islámica denominada tasawwuf) lo usaban para mantenerse despiertos durante sus oraciones. Y, de ahí, el uso del café se extendió por Arabia, donde llamaban a esta bebida qahwa (قهوة), que significa vigorizante.
Pero ¿Cómo es que alguien decidió tostar los granos del fruto del cafeto e infusionarlo en una bebida vigorizante? La primera leyenda cuenta que, todo se debe a que un pastor de Absinia (en el Imperio etíope), llamado Kaldi, observó que las cabras se volvían muy energéticas después de comer el fruto del cafeto. Después de observar esto, decidió llevar hojas y frutos del cafeto a un monasterio, donde después de hacer varios intentos con bebidas que resultaban desagradables, descubrieron que, si se tostaba el grano del cafeto, el aire se impregnaba de un delicioso aroma, dando paso a la bebida que hoy conocemos como café.
Otra leyenda cuenta que los oromos (traducido literalmente como “La Poderosa”), un grupo étnico del centro-sur de lo que hoy es Etiopía (y el grupo étnico más grande de la región) fueron los primeros en usar la planta del café como un energizante. Cuentan que, los oromos mezclaban granos molidos con grasa, para formar bolitas comestibles, que les servían de energizantes en expediciones y guerras.
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Capítulo 3: El café y el mundo árabe
El café llegó desde Yemen al mundo árabe, quienes, a finales del siglo XV ya lo habían introducido en Persia, Egipto, África y Turquía.
Para principios del siglo XVI, el café ya era una bebida común en el mundo árabe. En ciudades como El Cairo y La Meca, ya abundaban los cafés, o kahwe khaneh, donde la gente se reunía a platicar, jugar ajedrez y escuchar música. Hay que tomar en cuenta que, en aquél entonces, el alcohol estaba prohibido por el Corán, porque se consideraba una amenaza a la estabilidad política y social; se cree que, esa fue la razón por la que se extendió tanto el uso del café.
Sin embargo, los imanes (personas que dirigen la oración) más ortodoxos y conservadores, aseguraban que el Café también era una bebida prohibida por el Corán, debido a sus efectos estimulantes; por lo mismo buscaron prohibir el café en La Meca, pero no lo lograron, gracias a que el sultán del Cairo suavizó el edicto, ya que era un importante producto comercial.
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Capítulo 4: La llegada del Café a Europa
En 1583, poco antes de la introducción formal del café en Europa, Leonhard Rauwolf, médico alemán, probó la vigorizante bebida y escribió lo siguiente:
Una bebida tan negra como la tinta, útil contra numerosos males, en particular los males de estómago. Sus consumidores lo toman por la mañana, con toda franqueza, en una copa de porcelana que pasa de uno a otro y de la que cada uno toma un vaso lleno. Está formada por agua y el fruto de un arbusto llamado bunnu.
A principios del siglo XVII, los mercaderes venecianos introdujeron el café a Europa. Debido a su origen musulmán, hubo quienes aconsejaron al Papa Clemente VIII que prohibiera el café; pero, después de probarlo, el Papa bautizó la bebida como café, diciendo que sería una lástima dejar el placer de una taza de café sólo para los infieles.
Después de una gran controversia sobre el uso del café, por sus efectos y orígenes, se empezó a importar y consumir café en Inglaterra, donde, en 1652 se abrió la primera cafetería occidental, en la ciudad de Oxford. Fue debido a la controversia del café, que las cafeterías se volvieron lugares frecuentados por los liberales, quienes repartían panfletos y nuevas ideas. Fueron las ideas liberales de los cafés ingleses, lo que llevó al rey Carlos II de Inglaterra a prohibir las cafeterías; sin embargo, esta decisión fue tan controversial, que tuvo que retractarse de la misma.
Para 1670, ya había cafeterías en Alemania; en 1686 abrió el Café Procope, el primero en París. Fue en este último, en el que se dejó se decidió pasar agua caliente por un filtro, en vez de calentar el café directo con el agua, dando origen al café occidental. Para mediados del siglo XVIII prácticamente todas las ciudades europeas contaban con cafés; misma época en la que Bach compuso la Cantata del Café.
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Capítulo 5: El Experimento del café
EL café llegó a Suecia en 1674, no fue hasta mediados de 1700, cuando esta bebida empezó a ponerse de moda entre las clases altas. Debido a las condiciones climáticas, tanto el café como el té se popularizaron radicalmente, y a consumirse en exceso. Por lo mismo, en 1746 se promulgó un edicto real en contra del café y el té, con el que se elevaron los impuestos, y se confiscaron tazas y platos.
Poco tiempo después, se prohibió el consumo de café en el país. Pero, a pesar de la prohibición, la gente seguía tomando café. Por lo mismo, el rey Gustavo III de Suecia, quien estaba completamente seguro de que el café podía provocar graves daños a la salud, ordenó que se realizará un experimento científico que comprobara su teoría: Experimento del café y gemelos.
Para el experimento, el rey ordenó que se usaran a dos gemelos idénticos, ambos condenados a muerte. El experimento consistía en que uno de los gemelos tomara tres ollas de café y el otro, tres ollas de té, todos los días, por el resto de su vida. Se designó a dos doctores para que le dieran seguimiento al experimento. Sin embargo, ambos doctores murieron antes de concluirlo; y el Rey Gustavo III fue asesinado en 1792, sin poder conocer el resultado del experimento.
Después de Gustavo III, hubo otras ocasiones en las que el gobierno de Suecia (y del resto de Europa), intentó prohibir el consumo del café. Pero, en vista de que nunca se logró, se terminó aceptando su consumo, hasta convertirse en uno de los países que más café consumen en el mundo.
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Capítulo 6: La Leyenda Gabriel Mathieu du Clieu
Aunque en México, el Cafeto se ha convertido en uno de los árboles más apreciados, debido a la calidad de café que produce en nuestras sierras, este no es un árbol mexicano, ni siquiera es americano. Además, debido a que los españoles, criollos y mexicanos preferían tomar chocolate, el café nunca fue prioridad para el gobierno de la Nueva España y, por lo mismo, nunca se pensó en crear cultivos de cafetos.
No se sabe a ciencia cierta cómo es que llegó la primera planta a México; pero cuenta el primer acercamiento a su llegada se la debemos a la Leyenda de Gabriel Mathieu du Clieu. Cuentan, que Gabriel Mathieu era un capitán de infantería en Martinica, una isla francesa arriba de Santa Lucía (la isla, y no la probable futura cede del nuevo aeropuerto).
Cuando fue llamado para viajar a Martinica, decidió llevarse una planta de cafeto de un jardín botánico de Francia. En el viaje de camino a Manrtinica, el navío se retrasó varios días, debido a una tormenta; por lo que Gabriel decidió racionar su agua y compartirla con la planta, para que llegara viva a su nuevo hogar. Y sí, la planta llegó a las Antillas, y de ahí se expandió a América.
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Capítulo 7: La Llegada del café a México
Fue hasta 1790, que el café llegó a México. Llegó directamente al puerto de Veracruz, gracias a que ahí llegaba todo el comercio. En 1802, Juan Antonio Gómez se dedicó a intensificar el cultivo del café en tierras altas del estado, empezando a exportar el grano.
Pero Veracruz no fue el único estado con café. Y es que, de manera casi paralela, llegó un bardo, proveniente del puerto de Moka, en Yemen, a costas de Michoacán, con granos de café, extendiendo su cultivo y cosecha por toda la región. Mientras que, el café llegó a Chiapas desde Guatemala, por la cercanía que se tenía con el país.
A pesar de que ya se estaba empezando a cultivar el cafeto en México, el consumo de café en nuestro país era casi nulo, ya que el chocolate era la bebida vigorizante por tradición. Así que, pasaron varias décadas para que los españoles, criollos y mexicanos empezaran a adoptar la bebida del café como una de las favoritas. Fue hasta finales del siglo XVIII, que se abrieron las primeras cafeterías en la Ciudad de México, en la calle de Tacuba. Poco a poco, estos locales empezaron a popularizarse, convirtiéndose en el punto de referencia para los aristócratas, permitiendo que se abrieran más y más cafés.
A principios del siglo XX ya habían nacido algunas de las cafeterías más populares de nuestra capital. En aquél entonces, lugares como Sanborn’s, el Café Colón, el Café El Cordobés, el Café Tacuba, el Café La Habana y el Café Madrid, entre otros. Y, desde aquél entonces, el café en México es una de las bebidas más apreciadas por los oficinistas y todas las personas que necesitan un poco de energía. Además, la planta del cafeto empezó a cultivarse con más cuidado, buscando las mejores tierras, climas y alturas, para crear el mejor grano.
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Capítulo 8: Las cafeterías que todo chilango debe conocer
A continuación, te compartimos algunas cafeterías tradicionales, y algunas contemporáneas, donde podrás disfrutar de un buen café y toda la tradición e historia de esta deliciosa bebida.
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