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Alternativas nutritivas de Medio Oriente

En la actualidad, para nadie es un secreto que la velocidad es un aspecto fundamental en la vida cotidiana, es posible verla en los avances tecnológicos, en los avances militares, en el flujo de información, o también es observable en otros aspectos del día a día, como son los tiempos en el hogar, en la oficina, en las escuelas. Constantemente, se busca optimizar el tiempo dedicado a la preparación de alimentos y a la ingesta de los mismos, es muy común ver en México personas que no siguen una dieta saludable y de acuerdo a los más recientes informes con respecto a salud y nutrición presentados por la UNICEF, surgen datos alarmantes como que en el grupo de cinco a catorce años en poblaciones urbanas la desnutrición crónica es del siete punto veinticinco porciento y esta cifra se duplica en poblaciones rurales, también es de destacar que en general en poblaciones rurales la desnutrición crónica alcanza el veintiuno porciento; sin embargo, es quizá más alarmante mencionar que México a la par de los anteriores datos ocupa los primeros lugares en obesidad tanto infantil como en adultos a nivel mundial, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

Son muchas las razones por las cuales México se encuentra en este embrollo, van desde temas políticos, temas sociales, otros tantos culturales, sin embargo, la principal es la dificultad económica que existe actualmente en la población para ingerir alimentos sanos.

En la incansable necesidad del buen comer, ocasionalmente surgen productos que buscan atender las necesidades de la población, sin descuidar de ninguna manera el aspecto nutrimental, considerados como súperalimentos por su alto contenido de vitaminas y minerales.

Como resultado de una búsqueda exhaustiva en el mercado mexicano sobre productos que pudieran satisfacer en parte las necesidades actuales y funcionen para atender las falencias alimenticias, surgió el Tahini Al Arz el cual es un producto hecho cien por ciento de ajonjolí molido, no contiene gluten, lácteos, ni azúcar. Su sabor natural tiene muchas capas de profundidad con notas dulces, amargas, terrosas y ácidas. Tiene un aspecto cremoso y es usado como aderezo básico en la cocina del medio-oriente. Así mismo cuenta con un alto contenido de vitaminas y minerales como el calcio, hierro y zinc entre otros, además de contener muy buenas grasas y aminoácidos. Tiene un alto porcentaje de proteína, por lo cual, es una excelente opción para vegetarianos y veganos. Por su alto contenido de grasas saludables, es extremadamente untuoso y suave, volviéndolo un ingrediente muy atractivo en la cocina por la textura y sabor que aporta. El tahini también se presta para platos dulces. El “halva”, delicioso dulce hecho a base de tahini con azúcar es el más clásico, sin embargo, galletas hechas con tahini, panques, salsas e incluso untado en un buen pan con un poco de miel o como dip para una manzana, son deliciosas formas de consumir este súperalimento. Considerando que debido a los problemas de obesidad es importante utilizar sustitutos para disminuir el consumo de azúcares, surgen otros productos como el Silán, el cual es un jarabe hecho cien por ciento de dátiles selectos también es considerado un superalimento por su alto contenido de minerales y antioxidantes, así como su bajo índice glucémico.

                Finalmente es importante mencionar la imperiosa necesidad de indagar e investigar constantemente en productos nuevos que sean de utilidad y puedan integrarse a la canasta básica con el fin de mejorar las costumbres alimentarias de la población.

Becaria de RRHH

Estudio y trabajo medio tiempo, sacando copias y generando los comunicados que emite Recursos Humanos. Pero todo sea para conseguir un mejor trabajo cuando me gradúe...