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La Pitaya, un festín de abores yucatecos en la Colonia Vallejo (Metro La Raza)

Hay descubrimientos que te cambian el día —y el antojo—, como cuando encuentras una joyita escondida que te lleva directo al corazón del sureste… sin necesidad de abordar un avión. Así es La Pitaya, un changarrito que parece sacado de Yucatán y plantado con cariño en plena colonia Vallejo.

Ubicado en la esquina de Tetrazzini y León Cavallo (sí, ese cruce que suena a ópera con antojo), este localito es tan discreto que podrías pasarte de largo si no fuera por la lona con su nombre y un par de mesas en la banqueta que te susurran “aquí se come rico”. Si te animas a entrar, encontrarás un espacio chiquito pero honesto: pocas mesas, un refri con bebidas y una barra directa a la cocina donde se cuece la magia.

¿Y qué hay de comer? Pues ¡todo lo sabroso que ofrece la cocina yucateca! Obvio, la reina es la cochinita pibil, que aquí se sirve en tacos, panuchos, salbutes, molletes, tortas (o “barras”, como les llaman ellos) y, si tienes suerte, hasta en tus sueños después de comer.

Pero cuidado, que no todas las tortas son iguales: está la clásica, sí, pero también tienen una versión “Especial” con mantequilla clarificada que es pura indulgencia, y la Barra Caribeña, que combina frijol, plátano y cochinita como si fuera una canción de trova en versión antojito.

Si eres fan de los antojitos, te vas a topar con panuchos al estilo tradicional y también un panucho “chilango”, sin verdurita porque aquí nos gusta directo al grano (y al gusto). Y para lxs que quieren explorar más allá de la cochinita, hay carne ahumada al estilo Temozón, manitas pibil (sí, las de puerquito) y un tamal yucateco llamado “vaporcito” que es como una fiesta en hoja de plátano.

¿Lo tuyo es desayunar como campeones? Entonces anótale: huevos motuleños, con longaniza de Valladolid, con chorizo negro o con chaya. Ahora sí que te vas a levantar con gusto.

Y por si fuera poco, los fines de semana esto se pone mejor: sacan platillos especiales como lomitos de Valladolid, sopa de lima, puchero, recado negro, lechón o frijol con puerco. Acompáñalo todo con una agüita de chaya, taxcalate o xilacayote y vas a querer abrazar al chef.

Hablando del chef, aquí no solo cocina: te atiende, te explica, te recomienda y hasta te platica. Se nota que ama su chamba y eso se refleja en cada platillo. Comer en La Pitaya es como ir a casa de ese amigo yucateco que cocina con amor… y con recado negro.

Así que ya sabes: si estás en CDMX y te late la idea de una comida yucateca auténtica, sabrosa, barata y servida con cariño, lánzate a La Pitaya en la colonia Vallejo. No necesitas brújula, solo buen diente.

¿De a cómo, de a cuánto?
Dirección: Tetrazzini #295, Colonia Vallejo, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a domingo de 9:00 a 15:00 hrs.
Costo por persona: Menos de $250 pesos

Rodrigo Delgado

Yogui (RTY200). Me dedico a recorrer la #CDMX, buscando los mejores lugares para comer. La comida la bajo con Yoga... #SoyGordo #Yoga

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