Restaurante Hong Kong, dim sum y otros sabores chinos en la Narvarte
Tengo un reto mensual con mis amigas más cercanas: explorar un restaurante asiático diferente cada mes. ¿La meta? Probar sabores de todos los rincones de Asia. Desde lo clásico como comida japonesa o coreana, hasta un poco más exótico como la bangladesí, la nepalí o incluso la vietnamita. ¡Nada está fuera de nuestro radar (aunque no nos hagamos ilusiones con un restaurante kazajo en la CDMX)!

Este mes nos tocaba China, pero no queríamos caer en lo de siempre: los restaurantes del Barrio Chino o de Revolución. No, queríamos algo más auténtico, algo que nos metiera de lleno en la experiencia. Y así, alguien nos mencionó el restaurante Hong Kong, ubicado en Narvarte, muy cerca del verdadero barrio chino (o mejor dicho, el barrio de chinxs).
La recomendación era clara: “¡Lleguen temprano, porque a la una o dos de la tarde ya no hay comida!” Así que, con mucho entusiasmo y un par de tazas de café para la motivación, nos dirigimos hacia Hong Kong, ubicado en la calle de Vértiz, cerca de Xola.

Al llegar, lo primero que notamos fueron las mesas equipadas con fregaderos y teteras, como si cada una estuviera lista para una pequeña ceremonia del té. Las meseras nos ofrecieron tres tipos de té: verde, rojo o negro. Elegimos el verde y nos explicaron que la primera infusión la descartáramos, porque normalmente no tiene el mejor sabor.
El menú era diferente a lo que esperábamos. Al ser hora de desayuno, no había opción a la carta. En su lugar era comida estilo Dim Sum (algo así como el brunch chino), teníamos que levantarnos y dirigirnos hacia el fondo del restaurante, donde una tina de vapor gigante albergaba cestas llenas de dumplings y otros platillos listos para compartir.

¿Qué pedimos? La verdad, no tengo idea exacta, pero lo que probamos estuvo increíble. La mayoría de los dumplings y panes al vapor venían rellenos de carne de cerdo (y estaban tan buenos que me olvidé de preguntar qué más llevaba). Además, nos deleitamos con una sopa de arroz con pollo, unos rollos de ajonjolí negro (que fueron toda una revelación) y un pastel de huevo como postre.
¿Pastel de huevo? ¡Sí, suena raro, pero es delicioso! Imagínate un Crème Brûlée sin la vainilla, metido en una base de hojaldre. ¡Una bomba de sabor! Los rollos de ajonjolí negro, por su parte, eran como gomitas dulces, pero con un toque intenso de ajonjolí que nos hizo querer más.

Si te lanzas por la tarde, el restaurante sigue ofreciendo platillos a la carta, pero el ambiente cambia. Es un poco más tranquilo y menos emocionante que en la mañana, cuando la experiencia del vapor está en su máximo esplendor.
En resumen, si quieres disfrutar de una experiencia auténtica de comida china en la CDMX, Hong Kong es el lugar. Asegúrate de llegar temprano, prepárate para un festín de dumplings y otros antojitos chinos que, sinceramente, difícilmente encontrarás en otro lugar.
¿De a cómo, de a cuánto?
Dirección: Dr. José María Vértiz #692, Narvarte Poniente, Ciudad de México, CDMX
Horario: Martes a viernes de 12:00 a 20:00 hrs., sábado y domingo de 9:00 a 18:00 hrs.
Costo por persona: De $300 a $400 pesos